ARTICULO 1: LA MOVIDA HERODIANA - Pablo Blanco 3/3/2003
Cualquier cristiano sabe que Jesús previno de cuidarse de ser contaminados con la levadura de los fariseos, los religiosos formalistas, hipócritas e inmisericordes, pero escasamente la mayoría han prestado atención a cuidarse de la levadura de los herodianos, cuya advertencia iba junto a la otra (Mr. 8:15). Los herodianos eran los políticos de los tiempos de Jesús, y tan peligrosos para los discípulos como los fariseos.
Estamos viviendo en unos tiempos en que los herodianos se cuelan dentro de nuestros hogares a través de los medios de comunicación, y también dentro de las mismas iglesias cristianas y sus estructuras, trabajando en ocasiones más a favor de su Herodes particular que del reino de Dios.
La levadura de los herodianos es muy atractiva. Es una levadura capaz de hacer sentirse experto en maniobras de petroleros en apuros a personas que nunca en su vida han subido a un barco. O capacitados para descalificar misiones de rescate difíciles para técnicos profesionales a personas que ni siquiera saben cambiar el aceite de su propio automóvil. Y entendedores de entresijos, intereses y estrategias de los Herodes internacionales a personas que ni siquiera son capaces de entender a los que viven en su misma casa. Y esto porque los herodianos utilizan siempre un lenguaje convincente y sutil para ocultar sus auténticos intereses y aparecer como guiados altruistamente por los más elevados motivos.
A los herodianos introducidos dentro de las iglesias cristianas no es difícil descubrirlos, basta con un análisis cuidadoso y enfrentarles con sus contradicciones ante circunstancias semejantes según los intereses de sus “Herodes” en otros momentos. Pero la dificultad es mayor para distinguir a los de buena fe que han sido leudados por ellos. Estupendos cristianos movidos de verdad por las mejores intenciones son incapaces de darse cuenta que están siendo manejados y apartados de los intereses del reino.
La movida herodiana de los tiempos recientes está siendo morrocotuda. Han aparecido lideres cristianos firmando comunicados animando a los bueyes cristianos para arar junto con burros (Deut. 22:10; 2Cor. 6:14,15) de cualquier especie (antisistema, ateos, abortistas, gays, lesbianas, comunistas, etc.), bajo el mismo yugo ó pancarta. ¿Con propósitos cristianos? No. ¿Para la concordia (Tito 3:1,2)? No, para la confrontación. ¿Para orar por las autoridades (1Tim. 2:1-3)? No, para denostarlas e insultarlas. Y al calor de tales comunicados y propaganda, muchos cristianos no se han dado cuenta que esta guerra no es la suya (Ef. 6:12), que van en una compañía que no es la suya natural, y que ni siquiera tiene relación con sus intereses como cristianos evangélicos. Tal vez podría entenderse un llamamiento para manifestarse ante la embajada de México para solicitar que sean defendidos y protegidos nuestros hermanos de Chiapas que están siendo masacrados en una guerra sucia y cruel… Pero esa razón no es suficiente para movilizarles porque esos muertos y victimas no son útiles a los intereses de los herodianos convocantes y esa paz carece de interés.
La pasión despertada por los herodianos y germinada en algunos es tal que, si me toleráis un poco locura (2Cor. 11:1)… Por favor tolerádmela… Creo que si se repitiera el conflicto bíblico de Moisés con Faraón, muchos líderes cristiano-herodianos harían comunicados y llamamientos, y otros muchos les seguirían para manifestarse junto con amalecitas y todo genero de cananeos contra Moisés y contra Dios por haber empleado las plagas para aflojar la voluntad del Faraón y libertar a los israelitas. Incluso algunos, a coro con sus acompañantes, llegarían a llamarle “criminal” a Dios denunciando su escasa paciencia y la muerte de los primogénitos egipcios.
Un colaborador de este medio (De ICPress, un portal español de información y opinión patrocinado por la FEREDE, y la Alianza Evangélica Española, www.icp-e.com), como el Sr. Andavert (Director General de la Sociedad Bíblica de España) en un arrebatado artículo llega al extremo de acusar al Sr. Bush de tener un Dios y una Biblia diferentes a los suyos. (“vistas las cosas me da la impresión de que el dios del señor Bush no es mi Dios y de que su biblia no es mi Biblia”. Artículo titulado: “Su dios no es mi Dios… Sr. Bush”, léase en la hemeroteca del site ICPress). No siendo yo abogado defensor de nadie y menos del Sr. Bush (Ya saben muchos de los lectores mi opinión sobre los cristianos en la política, que puede leerse también en la hemeroteca de ICPress bajo el título: “Nacionalismo Cristiano”, que vale tanto para Bush como para cualquier otro. Y mi convicción de que es imposible servir con fidelidad a los intereses de Herodes y a los de Cristo a la vez), debo decirle al Sr. Andavert que para afirmaciones de esa contundencia sobre hermanos en la fe, aunque estén equivocados, que probablemente lo están, hay que tener más prudencia, porque abre la puerta para que otros le digamos a él, que también pensamos que sus biblias, las “modernas versiones” que promueve desde su cargo de la Sociedad Bíblica, tampoco son las nuestras, e incluso, aunque no se muy bien la razón, pero cada vez que leo su nombre tengo la impresión de que el Cristo resucitado para nuestra justificación (Rom. 4:25) real y físicamente en el que yo creo tampoco es el mismo Cristo de la teología del Sr. Andavert.
Una escritora tan inteligente y sensible como Yolanda Guerrero, escribió en ICPress un alegato por la paz (Titulado: Grito de Paz, también en la hemeroteca) “ahora que los rumores de guerra se escuchan más cerca…” ¿Se escuchan ahora más cerca que hace seis meses? ¿Que hace dos años? ¿Que hace seis años? Querida hermana, desde que el pecado entró en el mundo no han dejado de escucharse los rumores de guerra ni de haber guerras. Jesús dijo que las habría, pero añadió: “no os preocupéis porque ES NECESARIO que todo esto acontezca” (Mt. 24:6. Ahora bien, la respuesta que debemos dar al mundo como cristianos es la misma: Ser pacificadores (Mt. 5:9; 2Cor. 5:20). Llamar a la paz… con Dios, que es la fuente de todas las paces. El llamamiento adecuado para los intereses de Cristo sería aquel que en momentos como los actuales nos movilizase para predicar el evangelio, con más insistencia y valentía, en la calle Génova (Sede del Partido Popular en España), en la calle Ferraz (Sede del Partidor Socialista Obrero Español), en Bagdad, en Washington, etc. para decirle a los herodianos de nuestro siglo: “Arrepentíos y convertíos para que sean perdonados vuestros pecados, a fin de que vengan los tiempos de refrigerio de la presencia del Señor (Hch. 3:19); porque si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente” (Lc. 13:1-5).
No me creo nada de este pacifismo converso de nuevo cuño, pancarta, pegatina y artículo progre, porque solo se levantan cuando convienen a determinados intereses, pero a la mayoría y en el fondo la paz les importa tanto como a Judas los pobres (Jn. 12:6). ¿No han existido siempre motivos en cantidades industriales para despertar las conciencias sobre las guerras? Ahí están los millones y millones de hombres, mujeres y niños muertos y dañados por las guerras, represiones y exterminios genocidas, que solo en los últimos diez años han bañado de sangre el mundo y aun siguen derramándola en muchos de estos países: Afganistán, Angola, Argelia, Bosnia, Burundi, Cachemira, Colombia, Congo, Costa de Marfil, Chad, Etiopía, Indonesia, Kurdistan, Liberia, México, Mozambique, Oriente Medio, Ruanda, Sahara, Somalia, Sudan, Sri Lanka ó Zimbawe. Pero por estos nada. La guerra la acaba de inventar el Sr. Bush. ¡¡Vivan los herodianos y sus acólitos!!.
Pablo Blanco
(El autor no es pastor, líder, ni teólogo… ni del PP)
Nota.- Este artículo no fue publicado en el site de ICPress (Actualmente se llama PROTESTANTE DIGITAL), porque a juicio de los responsables incumple la norma al entrar en críticas fuertes personales o institucionales de personas y entidades que pertenezcen a la FEREDE o a otros colaboradores de I+CP.
ARTICULO 2: COSAS DE LAS QUE ESTOY Y NO ESTOY SEGURO. Pablo Blanco 4/3/2003
Con los años que tengo, y con la experiencia de la vida que uno ya acumula sobre las espaldas, ante la complejidad de muchos conflictos que me sobrepasa abundantemente, intento hacer algunas reflexiones, como las siguientes:
Cosas sobre las que puedo tener opinión, pero realmente no estoy completamente seguro:
- Si Saddam tiene armas de destrucción masiva.
- Si es un peligro para la humanidad.
- Si tiene conexiones con el terrorismo internacional.
- Si puede ser desarmado de otra manera.
- Si hay razones para guerras “justas e injustas”.
- Si el problema es el control del petróleo ó el terrorismo.
- Si todo cuando dice Bush es la verdad o no.
- Si Saddam dice la verdad ó no, en todo en parte ó en nada.
- Si el Consejo de Seguridad tiene la autoridad moral para ordenar una guerra.
- Si la tienen los EEUU
- Si esa guerra es evitable ó no.
Cosas de las que estoy completamente seguro:
- Que el mundo está puesto en maldad. (1 Jn. 5:19).
- Que Dios ha amado al mundo de tal manera que ha dado a su hijo Unigénito para que todo aquel que en El crea no se pierda, mas tenga vida eterna. (Jn. 3:16)
- Que el que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que no cree no verá la vida, sino que el castigo de Dios caerá sobre él. (Jn. 3:36).
- Que ni la muerte, ni la vida, ni … ninguna criatura me podrá apartar del amor de Dios que es en Cristo Jesús. (Rom. 8:39)
- Que nuestra guerra no es contra hombres. (Ef. 6:12)
- Que las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios. (2Cor. 10:4)
- Que Dios oye nuestras peticiones y las otorga cuando son conformes a su voluntad y propósito (1Jn. 5:14,15).
- Que a aquellos que aman a Dios todas las cosas les ayudan para bien. (Rom. 8:28)
- Que si la casa terrestre de nuestra habitación se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna en los cielos. (2Cor. 5:1)
- Que aquel a quien he creído es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. (2Tim. 1:12)
Por lo tanto, intento asirme y afirmarme en aquellas de las que estoy absolutamente seguro, y dejar en manos de Dios las otras.
ARTICULO 3: LA GUERRA DE LOS PARIAS. Pablo Blanco 11/4/2003
ARTICULO 4: PAREN LA GUERRA DE LOS PARIAS. (22/11/2008)
CINCO AÑOS DESPUÉS SIGUE LA GUERRA EN EL CONGO Y SUS MUERTOS, PERO A LOS PACIFISTAS PROTESTANTES ESPAÑOLES NO LES IMPORTAN NADA .
Hace 5 años, en 1993, teníamos en España una verdadera marea a favor de la paz. No se podía ver un telediario sin que saliera Irak, Bush y la paz. Los partidos políticos de la oposición, sindicatos, artistas, asociaciones culturales, intelectuales lanzaban comunicados por la paz, convocaban manifestaciones, sentadas, pintadas, etc. En todas las tertulias políticas, y hasta en los programas rosa de la televisión se invocaban a las victimas inocentes que estaban perdiendo la vida en la invasión británico-norteamericana contra el Irak del dictador Saddan Hussein.
También había voces protestantes en el mismo sentido. No puedo olvidar a la IEE y sus comunicados instando a manifestarse contra la guerra y contra el gobierno de España que apoyaba políticamente la invasión. Recuerdo los artículos de personajes como Juan Antonio Monroy (el escritor, periodista y conferenciante protestante), de José Luis Andaver (Director de la Sociedad Bíblica), los del periodista disque protestante Manuel López (autor de un ensayo titulado “Como ser socialista y protestante y no morir en el intento”), los de Manuel Suarez, los de Yolanda Tamayo y otros.
Como me ha tocado en la vida el rol de ser una voz discrepante en la mayoría de las posturas oficiales, no soporto la hipocresía y no puedo callarme ni debajo del agua, escribí entonces un artículo titulado “Las guerras de los parias”, que vuelvo a reproducir más abajo. Con aquel artículo pretendía llamar la atención sobre la hipocresía para hacer política disfrazada de pacifismo y de cristianismo, cuando lo que estaba detrás solo era llevar a cabo un desgaste del gobierno y trabajar a favor del triunfo político del PSOE. De la misma forma en que Judas escondía su avaricia e inclinación a apoderarse de lo ajeno, disfrazándola de interés por los pobres, también estos escondían su interés por hacer política partidista disfrazándola de pacifismo, buenismo, misericordia, invocando a los civiles, los niños, ancianos y mujeres que morían en Irak.
Yo denunciaba que aquel interés era falso porque había un buen número de guerras en el mundo en aquel momento, y en concreto en el Congo una guerra que ya por entonces llevaba más de dos millones de muertos sin que a ninguno de estos protestantes les importara un higo (De los no protestantes no digo nada porque están en su papel de hacer política en un mundo sin Cristo, en el que vale todo). Aquellos muertos no habían merecido un mal comunicado, ni artículos en los órganos protestantes, ni marchas, ni manifestaciones, ni protestas. Eran muertos de tercera. No valían para los intereses políticos ocultos. Como una voz en el desierto yo clamaba por que se detuvieran las guerras de los parias. Pero no encontré ni el más mínimo eco de aquellos que estaban tan preocupados por la paz y por las victimas de Irak.
En el Congo, en estos cinco años no han parado de matarse, mutilarse, militarizar a niños, violaciones, masacres y crearse centenares de miles de refugiados y yo me pregunto ¿dónde están los protestantes españoles preocupados por aquella guerra? Hubieran podido sensibilizar a España y a otros para intervenir de verdad en detener aquella contienda ó simplemente los más informados se conforman con una desganada presencia de fuerzas de interposición de la ONU, que no resuelve absolutamente el conflicto por falta de interés y medios. ¿No merecen estos muertos al menos algunos artículos de los Monroy, Andaver, Lopez, etc.?
Ahora están todos felices por que Obama, un negro, ha llegado a la presidencia de los EEUU. Cualquiera diría que su interés es de justicia racial y no político. Pero es mentira otra vez. Los del Congo son negros. Más negros que Obama y solo obtienen indiferencia. Pues yo vuelvo a clamar: Paren la guerra del Congo. Paren la guerra de los parias, aunque sus inclinaciones políticas no obtengan beneficios. Por una vez, ¡háganlo por la fe en Cristo que dicen que tienen y no por política!
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