¿Existen distintos grados de sufrimiento en el infierno?

En un foro de los que participo, un hermano ha propuesto la vieja, pero siempre interesante, pregunta: ¿Existen distintos grados de sufrimiento en el infierno? Y solicitaba una respuesta bíblica.

Desde luego, con la Biblia en la mano, la respuesta es obvia. Si. Es una enseñanza repetidamente usada por Jesucristo y recogida en los evangelios, pero también en algunas epístolas. La encontramos en los siguientes pasajes:

Mat. 10:15 De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad.

Mat. 11:22 Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, que para vosotras.

Mat. 11:24 Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti.

Mat. 23:14 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación.

Mar. 6:11 Y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos. De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad.

Lc. 10:12 Y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad.

Lc. 10:14 Por tanto, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras.

Lc. 12:45 Mas si aquel siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse,

Lc. 12:46 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le pondrá con los infieles.

Lc. 12:47 Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes.

Lc. 12:48 Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.

Mat 26:24  A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.

Mat 18:6 Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.

Mat 18:7 ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!

Heb. 10:29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?

Ahora como resumen, y teniendo en cuenta lo que Dios nos ha revelado, y también que él juzgará teniendo en cuenta “las intenciones del corazón”, cosa que nosotros ni siquiera podemos atisbar, yo creo que el peor castigo es el destinado a aquellos que han rechazado deliberadamente el evangelio, porque es la oferta de perdón de pecados por pura gracia, por el puro afecto del amor de Dios, y está constituido sobre el sacrificio de su Hijo.

Así pues, me parece que la condenación más dura es en primer lugar para los apóstatas, que habiendo conocido y aceptado el evangelio se volvieron atrás. (2Pe 2:21 Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.)

En segundo lugar, para aquellos que escandalizaron e hicieron caer y apostatar a los creyentes. Luego vienen los que tuvieron muchas oportunidades de salvación y las rechazaron todas deliberadamente.

Creo que estos son castigos de naturaleza especial, porque habiendo tenido oportunidades que otros no tuvieron, y al rechazarlas han "pisoteado" o tenido en poco el enorme sacrificio y la sangre del Hijo de Dios (Heb.10:29).

A partir de ahí, yo creo que vienen los que han colaborado con Satanás, derramando la sangre de los mártires a causa de la fe en Cristo, y los que los han perseguido. Ap. 19:2. 6:10; Luc 18:7.

Los anticristos que han salido por el mundo para intentar engañar a los creyentes, y para oponerse a que el evangelio se extendiese, y los que lo combatieron, y no tiene por qué ser con violencia, sino con filosofías, ciencias mentirosas, políticas contrarias a Dios, con los medios de comunicación, en las universidades, etc.

Y ya después de esta parte, creo que las personas será con arreglo a la ley de la conciencia, y a la gravedad de los delitos y pecados ‘consumados’ mientras estuvieron en el cuerpo. Rom. 2:6 y ss.