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jueves, 18 de agosto de 2022

     En marzo de 2010, el pastor y cantante mexicano, radicado en Estados Unidos, Jesús Adrián Romero celebró en España uno de sus espectáculos musicales. Las informaciones que promovieron el acto me llevaron a escribir poco antes del evento estos artículos:




DE PENA...

    Acabo de enterarme que el próximo sábado día 13 de Marzo se va a celebrar en Madrid un concierto dizque cristiano, a cargo de un cantante mejicano llamado Jesús Adrián Romero y otros músicos, en lo que se presenta como ‘un tiempo de celebración’ (entiéndase esto el lenguaje hispano cristiano).

    Al enterarme de los detalles mi sentimiento ha sido de indignación y de pena. De indignación porque con el pretexto de “despertar en alabanza y adoración –supongo que hacia Dios- en el mundo de habla hispana… y como fin provocar un impacto y un cambio en las personas de una forma fresca natura y relevante” –signifique esto lo que quiera significar, que yo lo desconozco- , se promociona a una corporación mercantil de la que este cantante es propietario, llamada Vástago Producciones, dedicada a la producción y distribución de música góspel.

    La organización del evento en España corre a cargo de otra sociedad mercantil llamada VisionArte & Pro, dedicada a la promoción y montaje de espectáculos y conciertos de músicos que interpretan canciones de contenidos cristianos. Visitar la web promocional en http://www.jar.visionartepro.com/reservas.html (La web ya no está activa en el momento de subir el artículo al blog)

    A partir de aquí, como entre entes mercantiles estamos navegando, la cosa no tiene más de espiritual que aquellos contenidos que conformarán la estrategia de marketing que se requiere para aproximarse a la clientela a la que van dirigidos. Es decir, las letras de las canciones y los discursos que se emplean. Pero el fondo de estas empresas es obtener resultados económicos satisfactorios, es decir: beneficios.

    Así que no es de extrañar que en la consecución de ese objetivo, en el concierto de Madrid se divida el recinto por zonas y se vendan entradas más caras para ciertas zonas VIP (las destinadas a los very important people- los personajes importantes), que por supuesto ocupan los mejores lugares y separadas de aquellos menos pudientes que no tienen recursos para acceder a estos. Los pobres y parados que no tengan 18 euros, se quedarán sin poder “despertar en alabanza y adoración”, y sin alcanzar “ese cambio de forma fresca, natural y relevante”. Incluso los niños a partir de 3 años tendrán que pagar 13 euros si quieren asistir. Porque esto es un negocio y en los negocios el dinero es el dinero. El que lo tiene puede disfrutarlo y el que no lo tiene pues para su casa.

    A mi no me parecería mal que estos negocios se monten a semejanza de los que monta el mundo, en todos los sentidos estéticos y mercantiles. Lo que me llena de indignación es que se sugiera el nombre de Dios para atraer clientela. Que pastores y líderes les hagan la promoción gratis desde los púlpitos (se ve que la gente no espabiló con la experiencia de aquella película de Gibson que iba a convertir al mundo al evangelio, aunque el resultado más visible fue convertir a Gibson de rico en más rico). Y todo ello para una presentación completamente alejada de los principios y valores cristianos.

    Oiga, es que cantan lindo y las letras son hermosas. ¡Pero espabila hombre!, quienquiera que seas que argumentes esto. ¿No comprendes que si la música fuese horrorosa, el cantante no tuviese facultades y las letras fuesen horribles no podrían trabajarse en “este mercado”, ni sacar beneficios, y pondrían a otros?

    Al escribir este artículo he podido experimentar algo de lo que experimentó San Pablo cuando le llegaron las noticias de cómo unos ciertos cristianos –que el luego calificó de pseudoadelphos ó falsos hermanos- habían comido el ‘tarro’ a los creyentes de Galacia, de tal manera que ya se habían olvidado de la gracia y estaban dispuestos a esclavizarse bajo la ley mosáica. Con cuatro frases sin duda de corte religioso y sensiblero, repetir unas cuantas veces el nombre de Jesús, ya se habían olvidado de toda la doctrina en la que habían sido instruidos, del cambio de mente a los valores cristianos experimentado en su conversión. En vista de lo cual el apóstol tiene que decir que le parece que todo su trabajo entre ellos fue tiempo perdido (Gálatas 4:11). Y ahora que les escribe, lo hace arriesgándose a que le vean como un enemigo por decirles la verdad (Gálatas 4:16).

    Yo no sé si este cantante y muchos otros que funcionan como él, así como todos los que montan estos números por el mundo adelante son cristianos de verdad, ni me importa. Lo que si sé es que un montaje de este tipo no es cristiano, lo organice quien lo organice. Va contra los principios cristianos que dicen que Dios ha elegido a los POBRES del mundo para que sean ricos en fe (Santiago 2:5). Y los pobres están excluidos de este acto. Se que Jesús dijo que permitiesen a los niños acercarse a él, y aquí si no pagan no pueden entrar. Sé que las bendiciones que se prometen no provienen de Dios, porque Dios da a todos abundante y gratuitamente. Sé que los ricos no ocupan lugares preferentes entre la iglesia de Dios, y aquí si lo ocupan. Sé que Dios se distingue porque no hace acepción de personas y aquí se hace. Y que todo el que hace acepción de personas como aquí, comete un pecado (Santiago 2:9). Sé que Dios trata a los pobres con justicia, y aquí si no tienes una importante cantidad de dinero estás excluido (Isaías 11:3 y 4). Se que Dios dice que demos de gracia, puesto que de gracia hemos recibido (Mateo 10:8), y aquí se cobra y bien.

    Estoy convencido de que el Señor Jesucristo no iría a un acto como este. Primero porque era tan pobre que no tenía ni donde recostar su cabeza, así que ya no le dejarían entrar sin pagar. Pero en segundo lugar, el celo por las cosas espirituales le consumía, y seguro que volvería a hacer un látigo de cuerdas para derribar las mesas de los cambistas que comercian y explotan a los pobres con el pretexto de brindar servicios de utilidad espiritual.

    Pero además la pérdida del norte de todos los que montan estos tinglados es tal que anuncian sorteos entre los asistentes cuyo primer premio consiste en agraciar a cinco para acercarse y conocer en persona al cantante y a su banda en el backstage. ¡Que honor! ¿Pero quiénes se creen que son? ¿Pero que premio es ese? ¡No se dan cuenta que los que hemos creído en Cristo nos hemos acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, y a Jesús, el mediador del nuevo pacto!(Hebreos 12:22-24). ¿¡Y prometen como premio espectacular ser los privilegiados que pueden conocer a hombres pecadores como nosotros…!? ¿Y qué se suponer que deben hacer los agraciados, arrodillarse y besarles los pies? ¡Con lo que pagan, lo menos que podían hacer era ponerse ellos a la puerta y besarles la mano a los que han hecho un esfuerzo económico tan grande para ir a verles!

    ¿Cómo puede haber tanta ceguera espiritual para no reconocer en estos tinglados a una pandilla de listos que se aprovechan y viven bien a cuenta de un ejército de ingenuos e inmaduros en la fe, que ya debieran ser maestros para no solo no caer ellos sino capaces de prevenir a otros, y sin embargo ahí andan de tumbo en tumbo sin madurar? Hay miles de personas que dicen que son creyentes, pero no conocen a Cristo, ni las Escrituras, ni tienen idea de su posición espiritual, tampoco saben discernir los espíritus, y son fácil pasto de listos que por avaricia hacen mercadería –mercadotecnia?- de ellos con palabras fingidas, como ya hace 20 siglos que advirtió el apóstol Pedro (2Pedro 2:3).

    ¿Y qué decir de los líderes que promueven estos actos en sus congregaciones? ¿No se quedan como ciegos guiando a ciegos? Los argumentos mas socorridos son que estas personas tienen un don. ¿Un don? ¡Un don es un regalo que otorga el Espíritu Santo, y estos regalos no se venden por dinero, salvo aquellos que son profetas del corte de Balaán! Además todos los creyentes recibimos algún don. Siendo que los dones ‘menos decorosos’, como los llamaba san Pablo, en la economía de Dios son los más necesarios y los que tienen que recibir más honor (sería bueno recomendar nuevamente la lectura de 1ª Corintios 12:22-25). También se argumenta que estas personas que cobran luego son generosas y ayudan a los necesitados. El argumento es torticero, porque ayudan con el dinero que sacan a otros indebidamente. Si los que dejan su dinero en los conciertos lo mantuvieran en sus bolsillos también podrían emplearlo en ayudar a necesitados y ser bienaventurados por su generosidad, mientras que al no tenerlo ya no pueden recibir esa bendición.

    Y si arguyen que es un espectáculo de ocio y esparcimiento como otro cualquiera, pues que no engañen a la gente con promesas de beneficios espirituales, sino que los creyentes se deben distinguir por andar en luz, y su propaganda a las claras debe informar sin ningún genero de dudas que es algo más que un espectáculo comercial de música góspel.

    Si dicen que no hay mal alguno en poner zonas VIP, como hacen todos los cantantes no cristianos en sus conciertos, yo les diría que un cristiano no hace las cosas siguiendo al mundo, sino a Cristo. Al apóstol Pablo los otros apóstoles solo le encargaron una cosa, que se acordase de los pobres, y dice que fue su ocupación diligente (Gálatas 2:10). En el sistema de los que son de Cristo, las plateas y los lugares más privilegiados serían gratis (‘de gracia’) para los más pobres y para los que están en paro y no pueden pagar ninguna entrada, acordándonos de la gracia de nuestro Señor Jesucristo que tuvo para nosotros que éramos los más pobres perdidos y nos salvó, y nos sentó ¿donde? ¿En el ‘gallinero’ sin numeración? No. En los lugares celestiales con Cristo. Aleluya.

    Así que quiero terminar con dos frases: Listillos, dejen de esquilmar al pueblo de Dios en su nombre; Tontos, espabílense de una vez por todas.
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Este articulo recibió algunos comentarios justificando al cantautor en el sentido de que el obrero es digno de su salario y argumentos semejantes, por lo cual hice la siguiente réplica:

    Mi crítica no tiene nada que ver con la ortodoxia del mensaje, ni sobre lo apropiado o no de la letra de las canciones. Es más, pienso tratando el asunto en general, no sobre este cantante en particular, que el negocio es más facil de introducir cuando uno y otro es ó aparentan ser buenos, pues si contuiera errores doctrinales ó mensajes facilmente denunciables, el éxito sería escaso. Pablo advierte en 2 corintios 11:13-15, que los falsos apóstoles y los obreros fraudulentos, no aparecen con cuernos y rabos ó blasfemando, sino que se disfrazan de ministros de justicia. Y en romanos 16:17 y 18, advierte que otros agentes del error emplean palabras suaves y lisonjas para seducir el corazón de los simples.
No conozco a este cantante, solo algunas de sus canciones y son hermosas, pero trato de hacer un juicio justo no sobre su fe, sino sobre el tipo de montajes en los que participa y no lo denuncio con argumentos carnales ó de tipo personal, sino con la Palabra de Dios. Y también tengo que añadir que las palabras de Jesús fueron que cada árbol se conoce por su fruto. Pues no es buen árbol el que da malos frutos (Lucas 6:43). No puedo dejar de pensar que puede ser que obren así sin haberse detenido a pensarlo, confundidos por el mal ejemplo de otros. Pero en poco tiempo podremos identificar si es buen árbol ó no. ¿como? Pues cuando uno amonesta con la palabra de Dios, y teniendo en la mente los intereses de su reino, los que son de Dios oyen la amonestación y cambian, los que no son de Dios, no oyen y persisten en el error (1 Juan 4:6)
    Tampoco es un ataque a la profesión de músico, tan respetable y admirable como la de zapatero, albañil ó dentista, pero ninguno de estos cobra por sus servicios prometiéndote un beneficio espiritual para tu vida, ni que su trabajo consiste en ejercitar un don que Dios le ha dado para la edificación de la iglesia. Solo se pide que el músico si cobra no prometa más que lo que promete un músico no creyente, espectáculo, entretenimiento, diversión, etc.
 

miércoles, 17 de agosto de 2022

 ¿Sabías que…


las llaves de Pedro son tres y no dos, como generalmente se piensa?






Solo Pedro, de entre todos sus discípulos, respondió adecuadamente a la pregunta de Jesús “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?” (Mt. 16:13). Entonces Jesús en su elogio a la respuesta de Pedro, le dijo, delante de todos, entre otras cosas: “A ti te daré las llaves del reino de los cielos, y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.”

Mientras que la facultad de atar y desatar la extendió a todos los discípulos poco tiempo después (Mat. 18:18), la promesa de “las llaves del reino de los cielos” quedó circunscrita a Pedro exclusivamente.

Ahora bien, en qué consistían las llaves, cuantas eran y de qué forma se utilizarían no quedó expresado en las palabras de Jesús, así que tenemos que “escudriñar” en los hechos de los apóstoles para encontrarlas.

Empieza el relato del libro de los Hechos con una profecía de Jesús y unas instrucciones: ( Hch. 1:8): “recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” En esta frase estaba implicado el Espíritu Santo que había de venir para que recibieran poder, y las etapas del testimonio con el que debían desarrollar el ministerio de hacer discípulos hasta alcanzar a todas las naciones (Mt. 28:19 y Lc. 24:49-49).

Las llaves, como todos sabemos, son unos instrumentos que tienen la utilidad de permitir abrir puertas que están cerradas, y acceder a su contenido. Así que las llaves del reino de los cielos tenían que permitir el acceso al reino de los cielos. El reino de los cielos, no es un reino de este mundo (Jn. 18:36), sino aquel donde Cristo reina. O sea, la Iglesia de la que Él es la cabeza y los creyentes los miembros (Col. 1:18). ¿Y cómo se entra a formar parte de ese cuerpo? Por medio del Espíritu Santo (1Cor. 12:13; Ef. 2:18 y 4:4)

Jesús habló de llaves en plural, no en singular, por lo que siendo UNO SOLO el Espíritu, esa pluralidad no se refería al propio Espíritu, sino a distintas etapas en las cuales a través del mismo y único Espíritu la universalidad de los creyentes entrarían a formar parte de la Iglesia. Así que ahora solo tenemos que buscar esas etapas que fueron ejercidas por Pedro para determinar la ocasión y el número de llaves.

La primera llave abrió el reino para el ingreso de los judíos (Jerusalén y Judea. Jerusalén era la capital de Judea) y tuvo lugar en Pentecostés. Hch. 2:14, allí estaban Pedro y los otros, pero fue Pedro quien tomó la palabra (Varones judíos y todos los que habitáis en Jerusalén… 2:14). Y los que recibieron SU PALABRA… y se añadieron aquel día como tres mil (Hch. 2:41).

La segunda llave, fue cuando el reino de los cielos se abrió para los samaritanos. Aquel pueblo que aceptando la Torah, sin embargo adoraba sin conocimiento en un templo apóstata en competencia religiosa con los judíos, a los que iba a llegar la hora de formar parte del cuerpo formado por los verdaderos adoradores, los que lo hacen “en espíritu y en verdad” (Jn. 4:20-24) . A Samaria había llegado Felipe, uno de los doce, predicando el evangelio. Y los samaritanos habían creído, y los había bautizado en agua, pero no recibieron el Espíritu Santo cuando creyeron. Solo lo recibieron cuando bajó Pedro de Jerusalén (Hch. 8:14 y 15, aunque acompañado de Juan, la llave era de Pedro).

La tercera llave, fue para aquellos de “hasta lo último de la tierra”, es decir, las otras gentes, o sea, los gentiles. El ángel de Dios dice a Cornelio que envíe a buscar a Pedro. Este, acompañado en esta ocasión por algunos hermanos de Jope (10:23) se dirige a Cesarea y Pedro anuncia su mensaje (10:34), siendo ratificado por el Espíritu Santo (10:44).

A partir de entonces el Espíritu Santo se recibe en el momento de creer (oír con fe, Gal. 3:2 con Jn. 7:39). Ahora, estando las puertas abiertas para toda criatura, ya no hay ni se necesitan más llaves. Por eso la pretensión de que Pedro traspasó las llaves a sus “sucesores” que son quienes las tienen ahora desde entonces, es una fabula ridícula. Porque desde aquel momento solo hay una llave en singular, la llave de David, y es el Santo y el Verdadero, nuestro Salvador el Señor Jesucristo quien la tiene. El que cuando abre ninguno puede cerrar y cuando cierra ninguno puede abrir (Ap. 3:7).

Pablo Blanco



Moda "gótica". ¿Expresión plástica de una adolescencia perdida?

(1 de Junio de 2010)



Hace poco más de un mes se produjo en España un crimen que conmocionó a la opinión pública. Así daba la información el diario El Mundo de lo sucedido: "Ch*** (una menor de 14 años que asesinó a su compañera de clase Cristina de 13) demostró en su confesión la misma frialdad que aparece en sus imágenes de Tuenti. Tras varios interrogatorios confesó el crimen sin mostrar ni un ápice de arrepentimiento. Marcó el lugar donde estaba el cadáver y explicó fríamente cómo asesinó a Cristina: la golpeó, le cortó una muñeca, la tiró al pozo y luego intentó ocultar el cuerpo cubriéndolo con piedras.”

A Ch***, una estudiante de 14 años de una localidad cercana a Madrid, le gustaba lucir una apariencia de la moda que se conoce como “gótica”. Moda que ha sido muy comentada hace poco tiempo en España, porque las hijas del presidente Zapatero acudieron a una recepción oficial en la Casa Blanca vestidas de esa guisa. Una frase promocional de la tienda de moda Marie-Claire, define la moda gótica de las adolescentes con la frase: “brujitas de día, vampiresas de noche”.

El origen de este tipo de “look” procede de la estética de una popular serie norteamericana de televisión, muy famosa allá por los años 60, llamada “la familia Adams”. Y en particular, del personaje de la madre en la serie, que responde al nombre de “Morticia”, una palabra derivada del término latino ‘mortis’ que significa muerte, donde ella era una mujer vampiro, que vestía de una forma parecida a lo que usan los jóvenes góticos de hoy.

A Ch***, como a muchas otras adolescentes que han adoptado ese aspecto en su vestimenta y maquillaje, les fascinan los iconos relacionados con el vampirismo y la brujería. Buen ejemplo de ello, en este caso, eran el tipo de imágenes que `colgaba` en su muro de la red social Twiter.

Estoy seguro que para CH*** como para muchas otras chicas adolescentes que siguen este tipo de moda, todo empezó siendo como un juego estético con el que quieren expresar una cierta rebeldía social a los cánones establecidos con esta expresión del gusto por lo feo, lo horrible. Lo que no sabía probablemente es que esta subcultura gótica cuya expresión es la estética, viene acompañada de toda una ideología. Detrás vendrá la relación que establecen con otros chicos de semejantes ‘gustos’, y se encontrará formando parte de un grupo, compartiendo un determinado sistema de vida, de gustos y de valores. Los chicos ó chicas a los que les gusta lo gótico, como otros semejantes de otros tipo de moda/movimiento, se relacionan entre ellos ya sea de forma física, ó virtual por medio de alguna de las muchas redes sociales que existen en Internet. En ellas intercambian mensajes de sus fantasías relacionados con la brujería ó los contenidos de los muchos personajes que con ese look forman parte de las revistas y comics destinados a adolescentes.

Lo que para algunas personas formadas no pasarían de ser simples majaderías adolescentes. Una simple expresión estética. Y para algunos diseñadores de moda un negocio más. Para muchos chicos y chicas, que están viviendo en ese período de formación de su personalidad, y en el cual en muchas ocasiones no distinguen fácilmente entre la realidad de la vida y la ficción de sus sueños y fantasías, es una forma de vida. Vida condicionada por las aventuras de sus héroes del comic. Por los intercambios de ideas y fantasías con otros jóvenes desorientados que provienen de un submundo cuyas familias, por regla general, poseen un déficit de valores y principios, ó que aun teniéndolos han desertado de ellos para educar a sus hijos por el temor de ser vistos como anticuados ó conservadores.

Es muy común entre los jóvenes góticos sentir una fascinación por temas de terror como libros ó películas que hablan de muertos vivientes, ó que ensalzan la brujería, los sortilegios, espiritismo, amuletos, magia negra y sienten una fascinación por la muerte. De ahí que esta chica Ch*** después de golpear a su compañera y dejarla inconsciente, le hizo un corte profundo en una de sus muñecas para que se desangrase, mientras veía como se moría. Luego arrojó el cuerpo a un pozo, echó un buen número de piedras encima hasta que el cuerpo quedó oculto y regresó a su casa para escribir tranquilamente en su muro del Tuiter: “He visto morir a alguien”.

Hace menos de dos años que en San Fernando (Cádiz) otras dos adolescentes góticas, de nombres Iria y Raquel, de 16 y 17 años, asesinaron de 18 puñaladas a una compañera del instituto. En su declaración a la policía dijeron que la mataron para ver “que se sentía al matar”. Uno de los ‘héroes’ de su fantasía adolescente era otro menor que fue muy conocido en España en el año 2000 por el apodo de “El asesino de la catana”. Un joven murciano de 16 años que asesinó con una catana a sus padres y a su hermana, que tenía síndrome de Down, mientras dormían, después de planearlo detenidamente.

La delincuencia y la violencia adolescente en España, sin embargo no se reduce a este grupo, sino que en los últimos años se ha desarrollado de una forma espectacular. Las autoridades manifiestan continuamente su preocupación por la proliferación de bandas de jóvenes delincuentes conocidas como ñetas, skinhead, neonazis, antifascistas, latín King, bakalas, ultras de equipos de futbol, okupas, grupos violentos afines a partidos políticos extremistas, terroristas urbanos ó kale borrokas, que atraen cada día a más chicos de ambos sexos, y cada vez más jóvenes. Solo una pequeña parte de esta delincuencia llega a los medios de comunicación, cuando los sucesos son muy graves ó llamativos. Así que en el último año hemos leído como seis chicos de 11 años violaron a una chica deficiente. O como una chica de 16 años prostituía a su hermana de 13. El año pasado, durante las fiestas de Pozuelo de Alarcón, un pueblo próximo a Madrid que se distingue por el alto nivel de vida de sus habitantes, un grupo de jóvenes por diversión asaltó una comisaría durante las fiestas y se enfrentó a la policía con el resultado de 3 coches de policía quemados, y 20 agentes heridos.

El caso del asesinato de la joven Sandra Palo es probablemente el más conocido de España. Unos delincuentes adolescentes conocidos como “la banda del chupete” por su juventud, y muy conocidos por muchas de sus fechorías, porque tenían aterrorizados al vecindario de varios pueblos de Madrid, secuestraron, violaron y quemaron viva a una joven llamada Sandra. Y como todavía conservaba la vida, la atropellaron repetidamente con un coche hasta que murió.

Si estos casos son los más llamativos por su violencia, no por ello son menos peligrosos muchos otros que se producen de forma cotidiana en nuestro país. En el año 2009 el número de menores encausado en España por delitos diversos ha sobrepasado la cifra de 30.000 en una estadística que crece de día en día. Psiquiatras, educadores, especialistas y responsables de la seguridad ciudadana advierten que este es un problema que lejos de estar controlado se dispara exponencialmente. Representa el fracaso de aquellas predicciones que decían que una educación en valores en el colegio, el desarrollo democrático de la sociedad y la mejora del nivel de vida de las familias iban a resolver este tipo de problemas. Pero la cruda realidad ha demostrado que por más medios económicos que se han aportado a la educación, por más especialistas en pedagogía y salud mental, por más campañas de concienciación de corresponsabilidad familiar, por más centros e instituciones dedicadas a la ayuda a la familia, cada día que pasa tenemos una juventud más violenta y militando en las diferentes rutas de la delincuencia.

Dicen los especialistas que muchos de estos adolescentes delincuentes son violentos, crueles y fríos. Que no expresan sentimientos de pesar ó arrepentimiento por sus actos, ni siquiera cuando son descubiertos y detenidos. Por el contrario, el cinismo, la chulería y presunción de sus fechorías son las reacciones más frecuentes, así como el desprecio a la autoridad y a la justicia. Al leer estas afirmaciones de los expertos en delincuencia juvenil, me parece estar leyendo 2 Ti. 3:1-4: “Debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres egoístas, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, desenfrenados, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los deleites más que de Dios”. Y este carácter lo encontramos ya en la misma adolescencia.

Incluso en jóvenes que parecen más controlados en su vida cotidiana no es extraño que confiesen que para ellos divertirse consista en hacer botellones donde beben hasta perder cualquier inhibición moral. O que han consumido de forma regular ó esporádica drogas de diseño, anfetaminas, marihuana, cocaína, heroína, LSD, hachís, cuando tenían suficiente dinero ó incluso esnifaron pegamento si no lo tenían, con el propósito de ‘colocarse’ ó ‘volar’. Es decir, obtener experiencias que luego son muy celebradas con sus colegas de diversión. O asistir a conciertos multitudinarios en los que además de todo lo anterior, de desenfrenarse con la música y las sustancias en muchas ocasiones desemboca en relaciones sexuales promiscuas, ó desde luego carentes del menor signo de compromiso. De ahí que a pesar de toda la información sexual y de los numerosos métodos anticonceptivos que tienen a su alcance, el número de embarazos de adolescentes sigue creciendo sin parar y que luego acaban en la mayoría de las veces con abortos que dejan secuelas psicológicas graves a las adolescentes.

Podemos afirmar que esta situación de la adolescencia es el resultado de la confluencia de cuatro factores principales:

- Ideologías políticas decididamente orientadas a degenerar a la juventud porque sus estudios sociológicos han descubierto que en ese caldo de cultivo se asegurarán un caudal importante de votos que les permitirán alcanzar ó mantener el poder.

- Grupos económicos, legales ó ilegales, cuyos análisis de marketing les revela que desarmando moralmente a los jóvenes pueden hacer buenos negocios convirtiéndolos en consumidores de sus productos, ya sean artículos de moda, drogas, bebidas, música, conciertos, etc.

- Grupos ideológicos ya sean políticos ó sociales, interesados en imponer una visión materialista del ser humano, expulsando a Dios y a la moral de las conciencias individuales y colectivas de las personas, y que piensan que tendrán más éxito cuanto más jóvenes se alcancen, y por lo tanto menos formados están para ofrecer resistencia.

- Los padres que han despreciado los valores morales y familiares en los que la mayoría de ellos fueron educados. En unos casos porque quieren aparentar ser modernos aceptando cualquier moda, idea ó extravagancia de sus hijos, sucumbiendo ante los estereotipos ridículos a los que los anteriores han reducido a la familia tradicional. En otros casos porque no quieren asumir los enfrentamientos y tensiones que genera una educación en disciplina. También porque ellos mismos han perdido la autoridad moral que requiere ese tipo de educación, que es ser un ejemplo, un referente moral de sus hijos. Y finalmente porque muchos han comprado la idea peregrina de que los padres “deben ser amigos de sus hijos”, cuando los chicos pueden tener amigos y colegas en cantidad, pero padres no. Y si han desertado de su responsabilidad de padres, de facto han convertido a sus hijos en unos chicos huérfanos, cuya educación será llevada a cabo por sus amigos, es decir, otros chicos semejantes a ellos. Finalmente la escasa dedicación de tiempo para prepararse para responder ó debatir sobre las ideas perniciosas que todos estos medios están continuamente inculcando en los hijos.

La problemática no es diferente en el caso de las familias cristianas. Sus hijos reciben los mismos mensajes que los otros. Padecen de igual manera el impacto de los medios de comunicación, televisión, cine y revistas principalmente, de las políticas de educación sin valores. Ven los mismos programas de telebasura, películas ó series. Les llegan las mismas declaraciones de cantantes ó actores de moda ó famosos de cualquier pelaje estimulándolos al hedonismo, a la rebeldía a los padres, al consumismo, a la vez que ven como etiquetan como retrógrados, acomplejados ó inadaptados a los que no siguen ese desenfreno, y se burlan de ellos.

Los padres cristianos no viven en circunstancias diferentes de los que no lo son, y también hay un buen número de ellos que han claudicado como los otros de su suprema responsabilidad en la educación de sus vástagos. No es de extrañar que estos recojan un fruto semejante, no tanto en los casos extremos de delincuencia, pero si en el desarme moral. Pero la consecuencia delincuente de esta realidad llegará de forma inevitable en la siguiente generación, cuando los escasos vestigios del temor de Dios hayan desaparecido. Es decir que se repetirá lo que el libro de jueces dijo que sucedió a Israel tras la muerte de Josué: Jue. 2:10 "Y aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel."

Muchos padres cristianos, a semejanza de los no cristianos, también piensan que su responsabilidad se reduce a proporcionar sustento y unas condiciones de vida lo más cómodas posibles para sus hijos. En cuanto a rebatir las ideas materialistas de la enseñanza, las conductas inmorales que la sociedad promueve, ó inculcar los principios morales y espirituales son materias para las que no se sienten preparados, porque ni siquiera tienen tiempo. Se engañan a sí mismos pensando que pueden dejar estas tareas en manos de los profesores del colegio, de la escuela dominical ó en los responsables de jóvenes de su iglesia. Sin embargo la responsabilidad de los padres es intransferible y debe realizarse desde la más tierna infancia y como escribe el apóstol Pablo en Ef. 6:4 “criad a vuestros hijos en disciplina y amonestación del Señor, sin provocarlos a ira”.

Podríamos usar muchas figuras sobre la disciplina sin ira, pero a mí me gusta emplear la del tutor de una planta. El tutor en jardinería se trata de una caña o estaca que se clava al pie de una planta para mantenerla derecha en su crecimiento. La disciplina serían las ataduras con que se ligan tutor y planta para que el tallo se robustezca en paralelo a la imagen y semejanza del tutor. Era uno de los recursos empleados por Pablo en 1Cor. 11:1 “Sed imitadores de mi, como yo de Cristo”. Si una imagen vale por mil palabras, un ejemplo vale por mil mensajes. Cuando la planta ha crecido y su tallo adquirido robustez, el tutor ya resulta innecesario, el resto del desarrollo seguirá al modelo, y se cumple el proverbio: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Pro. 22:6). Esto no excluye el empleo del castigo ocasional y proporcionado que tiene como fin corregir conductas, porque como dice Prov. 13:24 “El que suspende el castigo, a su hijo aborrece, más el que lo ama, desde temprano lo corrige.” Y así tomamos ejemplo de nuestro Padre celestial quien como dice Heb. 12:6 “El Señor disciplina al que ama, y azota a todo el que recibe por hijo.”

Como hemos visto, los chicos desde muy jóvenes están expuestos a una gran cantidad de mensajes negativos para su salud moral y espiritual. No se puede pretender contrarrestar esto simplemente llevándolos al culto los domingos y a la escuela dominical, sino que se requiere un tratamiento intenso y continuado. En esa vía está el mandamiento de Dios que encontramos en las Escrituras: Deut. 6:6,7 “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte y cuando te levantes”.

El apóstol Pedro (1Pe. 3:5) insta a los creyentes para estar “siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”. Desde luego el primer campo en el que tenemos que hacer apologética de nuestra fe es delante de nuestros hijos. Tenemos que estar preparados para derribar los argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo (2Co. 10:5). Todos sabemos que la preparación no aparece por generación espontánea, requiere tiempo, dedicación, estudio y consulta. Si los adversarios son poderosos, los recursos que tenemos que emplear para contrarrestarlos tienen que ser importantes y decididos.

Hemos considerado pues los pilares de la educación de los hijos: El buen ejemplo de los padres, la disciplina sin ira. La paciencia y la constancia en la enseñanza de la palabra y los mandamientos de Dios. Y asumir la tarea como la mayor responsabilidad de la vida que requiere dedicación y esfuerzos de todo tipo.

Unos padres cristianos responsables tienen que preocuparse por conocer todas las ideas que reciben sus hijos en el colegio y que tengan relación con su formación moral y espiritual, y rebatir con argumentos poderosos, que los tenemos, todas aquellas que se opongan a la verdad de Dios. Deben preocuparse por conocer a los amigos de sus hijos, incluso siempre que se pueda a las familias de los amigos de sus hijos. Deben tratar de conocer las ideas de las que hablan entre amigos y compañeros de colegio. Sus gustos, sus diversiones, el ambiente de los lugares a los que acuden. Deben encauzar a sus hijos hacia la honestidad, con paciencia, argumentos y continuidad. Siempre que sea posible debe intentar que los amigos de sus hijos sean cristianos, aunque eso le obligue a esfuerzos de tiempo y dinero para conseguir que se relacionen unos con otros. Los adolescentes tendrán amigos, si no los tienen cristianos, los tendrán del mundo. En esas tempranas edades se toman muchas decisiones que marcarán sus vidas, desde los estudios ó profesión a aficiones, noviazgos, etc. Es muy importante para los padres estar al tanto e intervenir para conseguir un resultado correcto de tales decisiones, exponiendo paciente y razonadamente los pros y los contras que en muchas ocasiones la falta de experiencia y conocimiento de la vida impide a los jóvenes que acierten.

Los padres tienen que rechazar los complejos que proceden de la falsamente llamada ciencia que dicen que los jóvenes tienen derecho a equivocarse. No. Los jóvenes tienen derecho a tener una información amplia que reduzca a mínimos su posibilidad de equivocarse. Los argumentos que dicen que tienen que vivir su vida, en el sentido de hacer cuanto les venga en gana. No. Los jóvenes tienen que vivir sus vidas sabiamente, rectamente, moralmente, dignamente, no de cualquier manera. Porque no es solo su vida la que está en juego. De sus actos no solo se derivan consecuencias para sí mismos, sino también para sus padres, para la sociedad, para sus futuros cónyuges y para sus futuros hijos. Y tienen que ser conscientes y responsables de ello. Y en el caso de cristianos, sabemos que en el mundo existe una lucha entre el bien y el mal en la que no podemos ser neutrales sino beligerantes. Tenemos que actuar en pro del bien y contra el mal. Posicionarnos decididamente del lado de la justicia y contra la injusticia, la maldad, la delincuencia, el crimen y todo el resultado del pecado. Y tenemos que hacer que nuestros hijos adquieran responsablemente y convencidos las mismas posiciones morales y espirituales.

El primer campo misionero de un creyente son sus hijos. Primero porque es el más próximo y accesible. Segundo porque es el que más satisfacciones nos producirá en caso de tener éxito. No hay mayor satisfacción que ver a los hijos viviendo fieles a Dios y honrándole en sus vidas. Y a la vez, no hay mayor insatisfacción y dolor para un creyente ver a sus hijos caminando en rebeldía a la verdad de Dios.




martes, 19 de julio de 2022

¿Por qué el bautismo de niños y el limbo de los niños llegaron a formar parte de una teología cristiana?

La noticia saltó a los medios en el año 2006 con el llamativo títular: "El Vaticano se plantea eliminar el Limbo."


Y el artículo tocaba el punto clave: ¿Cómo consolar a los padres católicos que pierden un niño sin bautizar si se suprime el Limbo? Podría ir directamente al cielo, con pecado original incluido... he ahí un punto del debate.

La prensa secular añadía que "una comisión Teológica Internacional, reunida en su asamblea anual en el Vaticano había concluido unas jornadas de reflexión sobre la eliminación del Limbo, el lungar donde van los niños muertos sin bautizar conforme a la tradición de la Iglesia Católica. Este asunto fue considerado de "máximo interés" por el papa Juan Pablo II, que fue quien en octubre del 2004 creó una comisión internacional dirigida por quien luego fue su sucesor en el papado como Benedicto XVI, en su calidad de prefecto de la Congregación para la doctrina de la fé, y que concluyó sus deliveraciones bajo la dirección del actual prefecto, el cardenal William Levada."


viernes, 20 de mayo de 2022

PRESENTACION

 



La desaparición de un disco duro externo en el que guardaba casi todos mis artículos, documentos, cartas, bosquejos, borradores e incluso apuntes que he escrito en los foros y redes sociales sobre temas cristianos, me ha impuesto la tarea de tratar de recuperar con paciencia aquellos que sean posibles.


A medida que lo vaya consiguiendo, los iré editando, actualizando si fuese preciso, y los publicaré en este blog para ponerlos a la disposición de amigos y personas interesadas en sus contenidos. También iré añadiendo algunos actuales.



Las publicaciones no van a seguir un orden cronológico, sino que unas veces será temático y otras aleatorio. Y dicho esto, pues manos a la obra.


Si deseas conversar conmigo por privado con respecto a algún tema, puedes escribirme a la dirección de email siguiente: conversandodelafe@gmail.com

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