EL ARBOL DE NAVIDAD
Al llegar diciembre nos encontramos con cantinela de todos los años. Así que vuelvo a enlazar mis artículos como cada año, ya que siempre nos bombardean sobre todo los Testigos de Jehová con su misma tontería anual.
El origen del árbol de navidad en la tradición protestante.
El árbol de navidad es sentado en el rincón de los acusados sin ningún sentido. Se le ha asociado a la celebración originada por el mito babilónico de la resurrección de Tammuz. La evidencia, el uso de un árbol en el culto a dicha deidad. Eso no es concluyente. Si un sujeto ocupa una Biblia no lo hace cristiano de cuajo. Pero algunos dirán: “ Hermano, hay evidencia bíblica… Jeremías 10:1-5, allí Dios condena el culto a los árboles”.
Eso es literalmente sacar un texto de su contexto, puesto que se condena el uso de un árbol casi dos mil años de que se originara el árbol de navidad. Además, quienes siendo cristianos colocamos un árbol de navidad no hacemos un culto dirigido a él. Creo que eso lo tenía bastante claro quien creó el árbol de navidad, a quien, estoy seguro, ningún cristiano reformado se atrevería a acusar de “pagano”. Me refiero a Martín Lutero.
Cito un artículo que da cuenta del momento del origen:
“Era una tarde fría del invierno de 1536 en el denso bosque Alemán. Martín no notó que el sol gradualmente se estaba ocultando y el cielo fue oscureciendo. Sus pensamientos estaban centrados en el sermón que estaba preparando, pero los aullidos de lobos y otros animales empezaron a dejarse escuchar. Martín se sintió atemorizado, e hizo una oración para pedir ser confortado. Continuó caminando y orando a Dios no encontrarse en el camino con algún animal salvaje. De pronto Martín vio hacia arriba y observó un precioso y centellante cielo entre los árboles del bosque. ¿Qué podrá ser?, se preguntó, ¡Estrellas!, él estaba concluyendo que en medio de esa noche oscura, estaba contemplando luces del cielo guiándole y confortándole, al igual que aquella estrella que guió a aquellos sabios la primera Navidad. ‘Qué espléndido tema para un sermón pensó él’.
Martín Lutero sonrió ante aquel espléndido cielo, y no tuvo más temor. Sintiéndose más seguro, buscó alrededor un pequeño árbol que pudiera llevar a casa. Encontrando uno, lo cortó y llevó a su hogar. Muy pronto llegó Martín salvo a su casa, y rápidamente preparó aquel pequeño árbol, esperando darle una sorpresa a su familia. Martín decoró aquel árbol con candiles que se encontraban en el candelero que tenía en la mesa de centro, reunió a su familia y les narró la experiencia que había tenido en el bosque. “En el momento en que estaba atemorizado, vi las estrellas parpadeando entre los árboles, como si Dios me estuviese diciendo: ‘No temas, porque yo estoy contigo’. Entonces me di cuenta del tema de mi sermón: ‘La luz de Dios brilla en la noche más oscura para cada uno, pero a menudo tenemos que mirar hacia arriba para verla’”
Reunido con su familia, Lutero oró de la siguiente manera: “Padre celestial, tú diste a tu Hijo para ser la luz del mundo. Tú hiciste que tu Hijo naciera en un cuerpo humano, para mostrarnos tu amor. Te agradecemos por tu Hijo y por estas señales de tu amor. Nosotros oramos que mientras veamos estas preciosas luces en los árboles de Navidad, y todas las maravillosas demostraciones de esta época, seamos recordados de tu amor mostrado a nosotros en tu Hijo”
Lutero no vio el árbol dedicado al culto de Tammuz, ni los árboles usados para la adoración de ídolos que condenaba el profeta Jeremías. Estaba viendo un símil con el árbol de la vida. Vida que es restaurada por el Salvador del mundo.
Esta tradición, que se inició en Alemania, se esparció por toda Europa, y en 1841 la realeza de Inglaterra decoró por primera vez el Castillo de Windsor con un árbol de Navidad.
Al llegar diciembre nos encontramos con cantinela de todos los años. Así que vuelvo a enlazar mis artículos como cada año, ya que siempre nos bombardean sobre todo los Testigos de Jehová con su misma tontería anual.
El origen del árbol de navidad en la tradición protestante.
El árbol de navidad es sentado en el rincón de los acusados sin ningún sentido. Se le ha asociado a la celebración originada por el mito babilónico de la resurrección de Tammuz. La evidencia, el uso de un árbol en el culto a dicha deidad. Eso no es concluyente. Si un sujeto ocupa una Biblia no lo hace cristiano de cuajo. Pero algunos dirán: “ Hermano, hay evidencia bíblica… Jeremías 10:1-5, allí Dios condena el culto a los árboles”.
Eso es literalmente sacar un texto de su contexto, puesto que se condena el uso de un árbol casi dos mil años de que se originara el árbol de navidad. Además, quienes siendo cristianos colocamos un árbol de navidad no hacemos un culto dirigido a él. Creo que eso lo tenía bastante claro quien creó el árbol de navidad, a quien, estoy seguro, ningún cristiano reformado se atrevería a acusar de “pagano”. Me refiero a Martín Lutero.
Cito un artículo que da cuenta del momento del origen:
“Era una tarde fría del invierno de 1536 en el denso bosque Alemán. Martín no notó que el sol gradualmente se estaba ocultando y el cielo fue oscureciendo. Sus pensamientos estaban centrados en el sermón que estaba preparando, pero los aullidos de lobos y otros animales empezaron a dejarse escuchar. Martín se sintió atemorizado, e hizo una oración para pedir ser confortado. Continuó caminando y orando a Dios no encontrarse en el camino con algún animal salvaje. De pronto Martín vio hacia arriba y observó un precioso y centellante cielo entre los árboles del bosque. ¿Qué podrá ser?, se preguntó, ¡Estrellas!, él estaba concluyendo que en medio de esa noche oscura, estaba contemplando luces del cielo guiándole y confortándole, al igual que aquella estrella que guió a aquellos sabios la primera Navidad. ‘Qué espléndido tema para un sermón pensó él’.
Martín Lutero sonrió ante aquel espléndido cielo, y no tuvo más temor. Sintiéndose más seguro, buscó alrededor un pequeño árbol que pudiera llevar a casa. Encontrando uno, lo cortó y llevó a su hogar. Muy pronto llegó Martín salvo a su casa, y rápidamente preparó aquel pequeño árbol, esperando darle una sorpresa a su familia. Martín decoró aquel árbol con candiles que se encontraban en el candelero que tenía en la mesa de centro, reunió a su familia y les narró la experiencia que había tenido en el bosque. “En el momento en que estaba atemorizado, vi las estrellas parpadeando entre los árboles, como si Dios me estuviese diciendo: ‘No temas, porque yo estoy contigo’. Entonces me di cuenta del tema de mi sermón: ‘La luz de Dios brilla en la noche más oscura para cada uno, pero a menudo tenemos que mirar hacia arriba para verla’”
Reunido con su familia, Lutero oró de la siguiente manera: “Padre celestial, tú diste a tu Hijo para ser la luz del mundo. Tú hiciste que tu Hijo naciera en un cuerpo humano, para mostrarnos tu amor. Te agradecemos por tu Hijo y por estas señales de tu amor. Nosotros oramos que mientras veamos estas preciosas luces en los árboles de Navidad, y todas las maravillosas demostraciones de esta época, seamos recordados de tu amor mostrado a nosotros en tu Hijo”
Lutero no vio el árbol dedicado al culto de Tammuz, ni los árboles usados para la adoración de ídolos que condenaba el profeta Jeremías. Estaba viendo un símil con el árbol de la vida. Vida que es restaurada por el Salvador del mundo.
Esta tradición, que se inició en Alemania, se esparció por toda Europa, y en 1841 la realeza de Inglaterra decoró por primera vez el Castillo de Windsor con un árbol de Navidad.